Directoras Loreley Unamuno y Malena Bistrowicz
“Mujeres de la mina”
Retrato de tres mujeres que viven y trabajan en las minas del Cerro Rico de Potosí, Bolivia, el emblema del saqueo colonial. En las minas el trabajo es de hombres y las mujeres son el eslabón más precario y maldito del sistema.
Tres mujeres abren su intimidad para descubrir su historia de lucha y resistencia.
Domitila Chungara, histórica revolucionaria, atraviesa las luchas de los mineros y de las mujeres en Bolivia. Lucia Armijo vive en el Cerro Rico. Ella nos lleva al interior de la mina y de su vida, como trabajadora, dirigenta y madre soltera de seis hijos.
Francisca Gonzales mujer minera, nieta, hija y viuda de mineros sostiene a su familia martillando piedra por piedra para cambiar el futuro de sus nietos.
El escritor uruguayo, Eduardo Galeano, envuelve de lucida poesía la realidad cotidiana de estas mujeres de trenzas y polleras que enfrentan la muerte y el miedo para transformarlo en lucha y amor.
“Women of the mine”
Portrait of three women who live and work on the mines of Cerro Rico de Potosí, Bolivia, the emblem of colonial plunder. The work in the mine is only for men and women are the most precarious, perverse and damned link of that system.
Three women open their privacy to show us their stories of struggle and resistance:
Domitila Chungara, one of the first revolutionary women, leads the struggles of miners and women in Bolivia.
Lucía Armijo lives in the Cerro Rico. She takes us inside the mine and tell us her life as a worker, miner leader and single mother of six children.
Francisca Gonzalez woman miner, grandaughter, daughter and widow of miners supports her family hammering stone by stone to change the future of her grandchildren.
The Uruguayan writer Eduardo Galeano surruonds with lucid poetry the daily real life of these women of braids and “polleras”, these women who face, every day, death and fear to transform them into struggle and love.
En el año 2006 Loreley viaja a Bolivia para participar de la primer Asunción de Evo Morales. En el camino de regreso de La Paz a Buenos Aires, unos días en Potosí bastan, para que en un recorrido por las minas conozca a una mujer que hará germinar este documental como idea-proyecto.
Francisca.
Su andar inquieto por los senderos del cerro barroso y gris, sus manos sucias de mineral y las hojitas de coca que van de su bolsillo a su boca.
Francisca le dice: – Sería bueno hacer un documental con nosotras, las mujeres de las minas…
Malena y Loreley además de colegas son amigas de esas en que la conexión es tan fuerte que no hace falta hablar para entenderse, ellas sienten que son hermanas.
Lore le propuso a Male hacer juntas esa película.
Pero vinieron años intensos, de muertes y nacimientos.
Esos años las hicieron más fuertes y también más cercanas a las mujeres de las minas, que conviven con las muertes de sus padres, maridos e hijos mineros y que también saben parir y criar decenas de hijos.
Viajamos a Potosí varias veces mas, en los que atravesamos un sendero intenso de convivencia con las mujeres. Conocimos a Lucia en un funeral. Ella, a un costado del cortejo con su sonrisa inmensa y mirándonos a los ojos, nos invitó a conocer su casa en el cerro. Recibimos estigmas, prejuicios, cooperación, empatía, tristezas, rechazos, abrazos, café caliente en la cima del cerro, carnavales, koas, chayas.
Eduardo Galeano en su Montevideo y Domitila Chungara en Cochabamba nos honraron siendo parte de nuestro proyecto.
Domitila ya anciana era una leyenda, que nos sorprendió con su energía de lucha inacabable. Al poco tiempo de entrevistarla murió de una enfermedad pulmonar, el estigma de la Mina.
Nos sentimos muy afortunadas de haber compartido parte de nuestro trabajo junto a ellos.
Fuimos cambiando, creciendo y aprendiendo en ese trayecto de ocho años donde las expectativas y necesidades cambiaban y nos fuimos transformando junto al documental.
Recién a comienzos del 2014 podemos decir que nuestro documental “Mujeres de la Mina” está terminado y lo soltamos a que haga su propio camino.
Way
In 2006 Loreley travels to Bolivia to attend the assumption of Evo Morales in his first term. On the way back from La Paz to Buenos Aires, a few days in Potosi and a tour of the mines of Cerro Rico, allows her to meet a woman that will germinate this documentary as an idea-project:
Francisca.
Her restless walking through the muddy and gray trails of the hill, her dirty hands of ore and small coca leaves going from her pocket to her mouth.
Francisca told her: – It would be good to make a documentary with us, the women of mines …
Malena and Loreley besides colleagues, they are friends those in which the connection is so strong that you do not need words to be understood. They feel that they are sisters.
Lore proposed to Malena to do together that movie.
But intense years came into their lives, deaths and births.
Those years made them stronger and closer to the women of the mines, those who live with the deaths of their mineworkers fathers, husbands and sons, and they also know of breeders of dozens of children.
“We have traveled to Potosí several more times, and on those trips we crossed an intensive path of living with these women. We met Lucia at a funeral. She was on one side of the courtship with her huge smile and staring us in the eyes, she invited us to her house on the hill. We receive stigma, prejudice, cooperation, empathy, sadness, rejection, hugs, hot coffee on top of the hill, carnivals, koas, chayas.
Eduardo Galeano, in his Montevideo, and Domitilla Chungara, in Cochabamba, honored us being part of our project.
Domitilla, already old, was a legend that surprised us with his endless energy to fight. Shortly after our interview, she died of a lung disease, the ‘stigma of mine’.
We feel very lucky to have been able to share some of our work with all of them.
We were growing and learning in this journey of eight years in which needs and expectations were changing, and we were transforming us beside the documentary.
Just the beginning of 2014, our documentary Women of the Mine is finished and we let it do its own way. “