Tomates verdes fritos (originalmente, en inglés, Fried Green Tomatoes) es una película estadounidense de 1991, basada en la novela homónima de Fannie Flagg, y dirigida por Jon Avnet.
Jon Avnet
Thomas Newman
Mary Stuart Masterson (Idgie)
Mary-Louise Parker (Ruth)
Kathy Bates (Evelyn)
Jessica Tandy (Ninny)
Gailard Sartain (Ed)
Stan Shaw (Big George)
Cicely Tyson (Sipsey)
Gary Basaraba (Grady Kilgore)
Grace Zabriskie (Eva Bates).
Tomates verdes fritos es un melodrama en el cual se presentan anécdotas del pasado que se enlazan con el presente a cada momento.
La película comienza con la vida de una mujer llamada Evelyn (Kathy Bates) y su encuentro con una anciana llamada Ninny (Jessica Tandy), que se encuentra viviendo en un asilo.
Evelyn es una mujer que tiene una gran sensación de inutilidad y que se pasa el día hartándose de dulces para llenar esa apatía. Además su marido no le presta la mínima atención. A medida que avanza la película, ella se va contagiando de la personalidad luchadora y entusiasta que entabla el personaje de Ninny hasta convertirse en una mujer dispuesta a decir lo que piensa, a hacerse valer y respetar. Ninny relata a Evelyn, a lo largo de la película, una historia ambientada en los años 30 sobre dos mujeres, Idgie (Mary Stuart Masterson) y Ruth (Mary-Louise Parker), que atraviesan toda clase de obstáculos juntas, apoyándose mutuamente, para conseguir así mirar siempre hacia adelante. La película se basa en esta historia hasta hacernos ver que lo que realmente está haciendo la anciana es hablarnos de su propia vida.
La película trata sobre todo del valor de la amistad, aunque también nos habla de racismo y machismo. Apta para todos los públicos, con un guiño en especial al género femenino.
Película sobre la amistad y el empoderamiento, como las redes de apoyo pueden ser determinantes en la vida, en la estimulación para tomar las riendas de la vida propia, de luchar por la propia felicidad.
No sabría escoger entre la película o el libro, ambos son muy buenos.
Película perfecta para emocionarse.